viernes, 15 de octubre de 2010

LA METROPOLITANA Y LAS PLAZAS PORTEÑAS

viernes, 15 de octubre de 2010

LA GUERRA VERDE ESTALLA EN LA CIUDAD



Los viejos bancos de las plazas porteñas serán dentro de poco un recuerdo, que quedará en la memoria de los vecinos y de algún que otro melancólico personaje urbano.
En una charla en el club “Flores Club”, los primeros días de septiembre, varios funcionarios allegados al ministro porteño Diego Santilli sufrieron un repentino calor, cuando un vecino los empezó a “fastidiar” preguntándoles que hacen con los viejos bancos, hoy reemplazados por bodoques de cemento con terminación en madera, que emulan las celebres plazas del ex intendente dictatorial Cacciatore.
El concepto de “arte urbano” del PRO para las plazas contienen cemento, rejas y futuristas bebederos que nunca tienen agua. Un ejemplo claro es la plaza “Martín Fierro de Monserrat”, donde los pocos espacios verdes son remplazados por piedritas, y el poco sol impacta en el cemento de una plaza que esta ubicada debajo de la autopista.

En la zona norte de la ciudad la situación no es diferente, pero el deterioro de las plazas tiene un ingrediente: la aparición de la Policía Metropolitana, que entre otras cosas “patrulla” las plazas. En las calles de Saavedra hay una “Guerra Verde” entre La Metropolitana y los vecinos, con dos escenarios: las plazas de la avenida Goyeneche y el histórico Parque Saavedra.

Las plazas del boulevard Goyeneche están sufriendo extraños hechos, nunca mostrados por los medios del monopolio hegemónico. A metros de Goyeneche y Ramallo, donde hay una plaza, se está construyendo un precinto policial. Los vecinos están desesperados por “meter” una cautelar que pueda detener las obras, que son ilegales ya que lo prohíben la Constitución de la Ciudad y la Ley de Comunas, que dice que esa atribución correspondería a las autoridades comunales respectivas, y no al ejecutivo. Pero el colmo se dio en la plaza del “Pañuelo Blanco”, situada en Goyeneche y Balbín. Desde que está la Metropolitana, la plaza sufre cotidianos hechos de vandalismo, siempre originados por grupos de extrema derecha. El hermoso cartel fileteado que llevaba el nombre de la plaza fue destruido por tercera vez en solo 20 días, siempre en horas de la madrugada, ante la vista gorda de la nueva policía. En esta plaza, la destrucción de los espacios verdes se junta con el intento de atentar contra la memoria.

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