jueves, 9 de diciembre de 2010

El lorito de los bigotes

jueves, 9 de diciembre de 2010


Tras los lamentables hechos ocurridos en el Parque Indoamericano, a cuenta de las policías Metropolitana y Federal, Mauricio Macri, en su rol de Jefe de Gobierno de la Ciudad, no tuvo más remedio que dar la cara luego de mover sus peones, alfiles y caballos para quedar al cubierto, sin mayores resultados.

Una vez más, pura imagen asesorada, el dueño del Pro repitió como un periquito bien entrenado, lo que sus legisladores y ministros ya habían comenzado a espetar desde la noche del miércoles.

Que "la Ciudad de Buenos Aires no puede resolver los problemas de vivienda del conurbano y Mercosur"; que Argentina tiene "una ley muy permisiva respecto de la migración, junto con la que llega el narcotráfico y la inseguridad"; que "nunca se ha hecho tanta obra en esa zona como ahora"; que "si permitimos esto, mañana vendrán por el Parque Las Heras". Y más fueron las excusas (del tipo: "inseguridad", "disparate", "violencia", etc) que primero corrieron de boca de Ritondo, de Rodríguez Larreta, de Santilli, de Montenegro y compañía.

Pero siempre hay alguien que va más allá, que corre los límites y, en este caso, un funcionario Pro, del cual no trascendió su nombre, dijo que "fue una toma rara. Hay mucho peruano ex Sendero Luminoso".

En el mismo tenor, Ricardo Roa, Editor General Adjunto de Clarín, aseguró que "ser pobres en la Capital es mucho mejor para ellos que serlo en los lugares de donde vienen, aún en condiciones de hacinamiento. Y se entiende: tienen alguna posibilidad de trabajo, reciben ayudas y subsidios y una calidad muy superior en salud y educación. Por eso no vuelven. La ciudad no fabrica pobres: les da refugio".

Todo igual. Todo en consonancia. Una armonía perfecta en la que los responsables de las políticas que dieron origen a esta situación, tiran la piedra, esconden la mano y echan culpas para otro lado. Negando, incluso, la realidad: que el gobierno de la ciudad subejecutó el presupuesto de vivienda 2010 (solo gasto el 18 por ciento), que en los tres años de gestión no se hicieron las obras proyectadas, que desguasaron el Instituto de la Vivienda y el de asistencia social, que crearon la UCEP (hoy desactivada pero viva en la Policía Metropolitana) para patotear, golpear y desalojar a personas en situación de calle de la vía pública y edificios ocupados irregularmente, y tantos etcéteras que es inútil puntualizar a la luz de las declaraciones vertidas y las acciones propagadas. Esa es la única verdad, lo demás es parloteo sin sustancia… como un poema de Cervantes recitado por un loro barranquero.

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